lunes, marzo 09, 2009

Despues

Despues de tanto tiempo...
Soy afortunado de tener amigos, y amigas, a unos los dejé en el trabajo que ocupaba hace un tiempo, me siguen llamando, pues compartimos momentos duros, y eso no se olvida.
A otros los tengo a un tiro de piedra, pero apenas les veo. Nos llamamos (les llamo?), para acrecentar la sensación de que están ahí, pero siempre tengo la sensación de agua que se intenta retener en las manos, por muy bién que te prepares para recogerla es imposible retenerla, tan solo las manos mojadas atestiguan la locura del intento.
Soy parte minoritaria de un proyecto (una empresa?), en la que cada vez creo menos, si alguna vez creí.

Me sorprendo muchas veces recordando las correrías, las vivencias, los enfados y los abrazos con esa pandilla de cabrones que eramos. Me asqueo cada vez que alguien me dice que es normal, "que lo lleva la vida", la vida no lleva nada, es la sima donde echamos nuestra mierda y que al juntarse con la de los demás reparte las penas y la culpa convirtiendo en justificable lo que es metáfora de olvido.

Y es que, esa sima abierta a la que estamos condenados pasa a ser un abismo en el que muchos se pierden, narcotizados por el hedor del olvido.

A veces, solo quiero dormir, abrazado a mi chica y olvidar. Pero no puedo.

jueves, mayo 04, 2006

...

"For the great enemy of truth is very often not the lie -- deliberate, contrived and dishonest -- but the myth -- persistent, persuasive and unrealistic.
Too often we hold fast to the clichés of our forebears. We subject all facts to a prefabricated set of interpretations.
We enjoy the comfort of opinion without the discomfort of thought."

JFK, discurso de graduación en la Universidad de Yale, 11 de Junio de 1962.

viernes, abril 07, 2006

Y si..

El otro día , mientras pululaba por un gran cerdo comercial, me surgió una duda, nylon o seda?, desde luego esta cuestión en particular no es trascendental en sus terminos, pero si la planteamos como " y si de verdad resulta que no hay Nada??, y si estamos en un universo sin sentido???, que imperativo moral o ético hace que no me ponga a partir nueces en el craneo de mi jefe???", entonces la pregunta cobra el verdadero sentido que tan solo se aprecia si se paladea bién, como los buenos vinos.
Es cierto que podemos obviar la pregunta, y vivir felices y contentos, pero ¿no esa la postura de cualquier inspector de hacienda?, no se parece a la postura nihilista de la sociedad actual donde todo vale antes y despues de impuestos???. Entonces, si nuestros actos no tienen ningún sentido,acaso lo tienen la lencería y los pantalones campana?!.
No puedo dejar de pensar en la cuestión, ¿qué espero cuando yo hago "lo correcto"?, cuando mis actos reflejan el primer principio de la ética "no hagas a los demás lo que no quieras para ti", ¿pretendo algo?, lo hago como el reflejo del espejo, que surje ante la presencia de su antagonista?, es más, ¿tengo que "esperar" algo?. Confieso que siento una pequeña desazón siempre que pienso al respecto, claro que, si mi pareja fuera portada de una revista erótica de tirada nacional, la cuestión se relativizaría mucho...
No se, quizá sea cierta la imposibilidad de sacar algo en claro de la cuestión, quizá tan solo debemos intentar pasarnoslo lo mejor posible mientras estemos aquí, facilitando a su vez eludir todo conflicto con los demás, y limitarse a solo un gin-tonic semanal. Esta última posibilidad no me disgusta, aunque algo en mi sigue pensando en la vacuidad de todo, incluido el futbol.
Por eso creo que el "y si..." resonará en mi cabeza hasta que alguien pueda utilizarla de cenicero.

jueves, abril 06, 2006

Oda a Agustiac

Agustiac, Agustiac
que vas a dar un salto
y tener un buen caldo.
Amigo, puedo llamarte
mas no quiero lisonjearte,
y por eso te gritaré
"Ubuntu!! Ubuntu!! tira de la mantu!!"
Mi recuerdos entrañan
cosas borrosas, borrosas cosas
que son cumbres y no borrascosas,
pero aún diviso, Campano en ristre,
las pillerías de nuestras tullerías.
Y sin duda, dentro de mil ciento cuarenta y dos años,
podré coger tu calavera y poner una vela.

martes, abril 04, 2006

Fortuna audaces iuvat

De eso nada.
Un dia que amenazaba lluvia salí de casa sin paraguas y me cayó una gota, o como aquel dia, que tras tres mil doscientos cubatas de gin-tonic se me ocurrió quitarle el limón al último y tuve ardor de estomago al dia siguiente.
También recuerdo que un dia en el Inem estuvieron a punto de encontrarme trabajo!!!!, hecho que algunos intelectuales compararon en su magnitud con la posibilidad de que exista vida inteligente en algunas partes de España o con el número especial "Hermanas gemelas" de la revista Hustler.
He sido audaz toda mi vida, y aún así, las mujeres fueron mi asignatura pendiente. De trece millones cuatrocientas veintidos mil trescientas cinco a las que invité a tomar un café en la máquina del trabajo solamente cuatro respondieron que sí, y una de ellas sufrió una apoplejía mientras le hablaba, aunque yo creía que ese movimiento circular de cabeza era de pura emoción en mi disertación sobre el universo, las estrellas enanas y su relación con la ovulación de la trucha americana.
oooh fortunaaa ooooh tempora ooooh mores (recitar frente a un espejo mientras un enano te afeita las piernas).

martes, marzo 21, 2006

A contrapelo

En la negrura de la distancia, nadie distingue.
Nada se puede distinguir entre la oscura espesura que dibuja apenas un recorte, allá, cerca de lo que tus sentidos, y tus pies, dicen que es un repecho en el camino.
Hace tiempo que sigo el camino, ora dias, y más dias, y puesto que no tengo nada en la alforja llevo un paso vivo, de redoble de tambor. Mis labios, ajados, demasiado sol, demasiada sombra, se curvan para apenas resollar en un tenue silbido que tinta un valor falso en las notas malparidas.
Nunca he silbado con más falaz gallardía para matar el miedo que me atenaza, que respiro continuamente, y que no había notado nunca tan intensamente a pesar de haber nacido con él.
Efectivamente, y a pesar de no ver que pie pongo delante del otro, lo que antes era pura intuición ahora se confirma, estoy subiendo.
En una de esas un torrezno reseco me hace trastabillar, dejo de silbar y me venzo hacia delante tratando de compensar la momentanea perdida de equilibrio. Caigo con toda la pesadez de la oscuridad. Las piernas siguen andando aún.
Jadeo en el suelo, más de miedo, la oscuridad parece más temible cuando te quedas esperandola.
Oigo silbar. Junto los labios para demostrarme que no soy yo, que sigo agazapado, y el miedo que no me deja.
En la parte alta del camino hay un fuego, y alguien está silbando con firmeza el Sultans of Swing, azuzando las llamas, apenas se le distingue.
No se como me fui arrastrando entre matojos, malas hierbas y frio, que me dejaba como muerto en cada espasmo que me hacía recorrer poco a poco los metros que me faltaban para entrar en el circulo que dejaba la vista la hoguera de la figura erguida y cantarina.
Quedé como aturdido, pues la última parte del camino no fue grata, y de puro reseco tenía los labios marrones y la lengua arcillosa. Pero la figura no daba muestras de haberse enterado de mi presencia.
-Si has llegado hasta aquí, viajero, puedes compartir el fuego con nosotros.
No era la voz que oía la que debería haber pronunciado aquella figura, por contra, a la segunda me di cuenta que lo que era un viajero solitario se había convertido en dos más, haciendo tres y, ya no más solitario.
Allí permanecí sentado, entre los tres compañeros, con las llamas besando el rabillo de las estrellas, que ahora si que se veían. La brisa que nos acompañaba, descarnaba las brasas de la hoguera mientras nos mecía en el descanso.
La figura que había divisado, me dijo, "Toma, es un artículo de Reverte, reconforta. El camino es largo y tenemos que llevar lo justo, toma todo aquello que creas, y en lo que creas."
Las cuatro sombras cimbrearon en el resplandor de la hoguera.
"Vamos fiel infantería, que por algo somos la mejor del mundo", fue la última frase que pronunció mi misterioso compañero antes de que el manto de la oscuridad se nos tragase otra vez.

Dias contados

Cada vez tengo más claro que el sitio donde trabajo actualmente es circunstancial y pasajero.
Lo peor de todo esto es que tengo unos amigos que están sufriendo mis avatares en sus propias carnes, y no se como les podré compensar.
Me ha tocado un jefe que lo es por años en un puesto inferior, en el mismo departamento. Eso en el mundo militar se llama "chusquero". Pero obviemos por ahora calificativo tan poco apropiado.
No tiene formación, ni le interesa formarse, es lapidario tan solo a espaldas de la gente, tanto de la que conoce como de la que no conoce. Tiene una expresión de permanente burla, cuando tiene poco de que jactarse.
"Me gusta como trabaja ese gordo", me dijo una vez en referencia a un chico que estaba bajo mi supervisión en la instalación del centro. Pronunció las dos últimas palabras como si las escupiera. Me quede mirandolo, asqueado por sus curvas de circuito de formula 1, y le dijé "¿De quién, de X?", simulando no haberle entendido, demasiado cobarde para espetarle por un poco de respeto y educación.
Allá por donde ha pasado me han señalado que siempre han surgido problemas.
En mi departamento somos cinco personas, y él. De estas cinco, hay dos que solo viven para que su amo les haga una caricia en el lomo, cuando le traen el periodico en la boca. Lo peor es que se sientan con él a cuchichear, en su mesa, a reirse, de alguien con toda seguridad. Se de buena tinta que no hablan bien de mi, ni de uno de mis compañeros. No me importa porque siempre he hecho caso omiso de alabanzas y linchamientos. Pero pardiez!!..que no me provoquen, o voto a brios que los cuelgo del palo mayor!!!!.
He visto como nos abroncaba sin motivo alguno, incluso señalando que el único que hace bien las cosas es otro.
La última fue esta semana, en la que me quede solo con él. Estaba comprobando que una macro funcionaba en el Excel 2000, pues se la estaba haciendo a una jefa que me había pedido si podía hacersela (yo me lo tomé como un reto, puesto que el problema era interesante, y no había tocado el visual desde hacia tiempo) y me espetó totalmente ridículo, que si le estaba haciendo la pelota, que si se lo tendríamos que hacer a todos, que si eso significaba que íbamos ha hacernos cargo de todo el trabajo de mundo mundial, luego por supuesto me dijo que no le dijera a la jefa que él lo había dicho. Cobarde.
No quiero poner más ejemplos de lo penoso que es el trato personal. Yo solo pienso en hacer mi trabajo y fichar, no me importa nada más, aunque cada vez me resulta más y más difícil.
Profesionalmente este trabajo nunca ha sido un gran aliciente, aunque si que es cierto que me ha permitido aprender nuevas cosas desde la óptica de una gran corporación.
No se lo que es lo que me espera, pero el camino sigue y sigue desde la puerta.
El camino ha ido muy lejos y que otros lo sigan si pueden.
Que ellos emprendan un nuevo viaje, pero yo al fin con pies fatigados
me volveré a la taberna iluminada, al encuentro del sueño y el reposo.

On the road again.