"No he tenido demasiadas alegrias. Mis Navidades y mis cumpleaños han sido todos grises y decepcionantes. Tanto la guerra como los estúpidos que la hicieron me son indiferentes.
Me gustan las artes y el cine en particular; considero el trabajo como una necesidad, igual que la expulsión de los excrementos (...).
Tres películas al día, tres libros a la semana, unos discos de buena música, bastarían para hacerme feliz hasta la muerte, que llegará un día no lejano y a la que, egoístamente, temo.
Mis padres sólo son para mí unos seres humanos a los que el destino convirtió en mi padre y en mi madre, por lo que no son para mí más que unos extraños.
No creo en la amistad, tampoco creo en la paz (...).
La política me parece sólo una floreciente industria y los políticos unos golfos inteligentes.
Esa es toda mi aventura.
No es ni alegre ni triste, es mi vida.
No miro durante mucho rato al cielo, porque cuando vuelvo la vista al suelo, el mundo me parece horrible."
François Truffaut
Nota: El fragmento está sacado de la biografía de Truffaut, que se publica ahora en España (Plot Ediciones), y que he leido hoy en un reportaje del periodico El Mundo
lunes, mayo 30, 2005
No mirar al cielo...
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